La impresionante y misteriosa fortaleza de Kuelap está situada en el distrito de Tingo, provincia de Luya y enclavada en un elevado risco de los andes nororientales de Amazonas. A casi 3000 m.s.n.m. serpenteada por las aguas del río Utcubamba nos invita a extasiarnos con su presencia imponente. Sus colosales murallas y estratégica ubicación sobre uno de los más altos miradores del valle alcanzan los 20 m de altura y una longitud de hasta 582 m. La fortaleza tiene una entrada principal, que es un corredor de 35 m de largo, que asciende hacia la parte superior de la plataforma y se angosta como para que no pasen dos personas juntas. Según las crónicas esto era para retener a los enemigos en la entrada y ser atacados desde los torreones superiores. En el punto más alto de toda la edificación se levanta un torreón sobre el gran abismo, desde el cual se domina todo el lugar y una gran parte del valle de Utcubamba. Una de las razones para visitar el lugar es «El Tintero», en el extremo sur de la fortaleza, uno de los edificios más enigmáticos de la arqueología peruana. Tiene forma de un cono truncado invertido, con 13,7 m de diámetro en su parte superior y una altura de 5,50 m. En su interior las viviendas fueron agrupadas frente a un patio central, en hileras frente a una estrecha callejuela, en algunos casos las viviendas ostentan una peculiar y sobria decoración geométrica. No disponían de ventanas pero si de pequeños nichos empotrados en la pared. Centenares de enterramientos fueron encontrados en las murallas y dentro de las viviendas. algunos estudiosos piensan que fue una ciudad-cementerio. Es una bella oportunidad para el turista visitar esta fortaleza, ya que combina la belleza del paisaje que la circunda con el enorme conocimiento que se logra de nuestros antepasados ahora al alcance, ya que algunas empresas de turismo apostando por el Perú han creado circuitos accesibles para toda la familia. Es así que muy cerca encontramos la laguna de Pomacochas donde se está restaurando el ex-hotel de turistas con una bella vista hacia el lago, un lugar donde uno puede encontrar la comodidad adecuada para el viaje por esta zona. No podemos dejar de mencionar otros atractivos cercanos como los Sarcófagos de Karajía, misterioso y sugestivo lugar donde se encuentran los sarcófagos. En unas dos horas en auto y por lo menos una hora de caminata hasta llegar al lugar desde donde se pueden apreciar las extrañas figuras incrustadas en el cerro cortado a pico; es una visión impresionante. También podemos aprovechar y conocer la ciudad de Chachapoyas, conocida también como la «ciudad de los balcones», mezcla de modernidad y tradición. En 1843, Don Crisóstomo Nieto, no dudó en bautizar el monumento arquitectónico que presenciaban sus ojos, como la «Torre de Babel peruana», visitada también por otros estudiosos como Raimondi (1870), Wetheman (1870–1875), Wienner (1881), Adolph Bandelier (1893). En años más recientes lo visitaron Arturo Ruíz Estrada y luego Alfredo Narváez, demostrando que la zona tiene una larga historia que se remonta hacia los años 500–300 años a.C. y que continúa hasta la época inca. Corporación Turística Amazónico Fotos: Carlos Gonzales, Claudia Dopf |
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